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martes, 19 de junio de 2012

Encuentros en Cibeles. Helsinki 2012


Se ha inaugurado hoy en el CentroCentro de Cibeles el observatorio Ciudad 21, un programa internacional dedicado a difundir buenas prácticas ciudadanas.

La primera exposición que ha abierto el observatorio es Encuentros/Kohtaamisia, diseñada por Seos Design y Aalto Factory y cuyas fotografías soporte son de Jussi Tiainen y Asís G. Ayerbe. El motivo es la capitalidad mundial del diseño que ostenta Helsinki en 2012.

Cinco columnas de sección triangular contenían proyectos sobre Cultura, Bienestar, Comunicación, Movilidad y Educación realizados en Helsinki y su área metropolitana. Se trata de una muestra de diseño de servicios en distintas fases de desarrollo, desde una “cola lenta” de un supermercado para relajarse, sentado en una cómoda butaca; barcos de recreo para turistas; proyectos para compartir coche; zonas de tránsito aeroportuario más relajadas; el Flow Festival; y hasta una biblioteca universitaria en el centro de la ciudad.

También aparecen fotografías de Helsinki y Madrid para favorecer la inspiración hacia la creación de nuevos proyectos urbanos.

La presentación corrió a cargo del comisario de la exposición y del embajador de Finlandia en Madrid, Markku Keinänen. Sirvió, además, de despedida del director del Instituto Iberoamericano de Finlandia, Martti Pärssinen, que será relevado a partir del mes de julio de 2012.

El espacio puede ser útil como punto de partida para imaginar sobre la mejora de nuestro entorno urbano, pensado como ecosistema artificial, en el que es posible sentir, pensar y disfrutar de otra manera que las habituales, asumiendo que el espacio y su ordenación condicionan el comportamiento humano.


Hasta aquí la parte noble de la exhibición, ya que en el debe las superficies soporte son demasiado exiguas como para poder ser impactado el visitante de primera vista, sin requerirle un esfuerzo suplementario para acercarse y leer.

No se trata de un espacio de diseño novedoso, probado ya demasiadas veces esos soportes  con luz dentro en las ferias de empresa y recursos humanos, y peca de escasamente pedagógica, pues se echa en falta que esos paneles sean explicados o, 
al menos, presentados, por becarios o azafatos instruidos cada uno en un motivo. 

 El cóctel servido: excelente, con una gran abundancia de vasos grandes de refrescos que venía muy bien en la calurosa y húmeda tarde que vivíamos afuera del Palacio de Las Comunicaciones.

Este punto de encuentro para la reflexión y la generación de ideas estará abierto hasta el 16 de septiembre, en horario de martes a domingo, de 10 a 20 horas.


www.centrocentro.org

jueves, 7 de junio de 2012

Por donde una vez caminé ... y me perdí.

UN HELSINKI PARA OLVIDAR


Asís G. Ayerbe inauguró su exposición en el Instituto Iberoamericano de Finlandia para dar su visión sobre un paseo de 17 horas por Helsinki durante el verano de 2011.

La exposición vivida hoy en el Instituto fue la más multitudinaria que recuerdo, la más animada y también la más ramplona.

No me será fácil olvidar el regusto amargo que me ha dejado esta exposición de fotografías en blanco y negro tomadas de Helsinki, de un Helsinki del que he reconocido numerosos lugares, algunos lúgubres, otros amigables, pero todos cubiertos de una pátina insulsa, vulgar, que hace que me plantee si realmente la fotografía es un arte.

Lo vivido y experimentado hoy no está a la altura de una exposición artística, ni siquiera informativa o de un sentir, sino que no es más que una tira de fotogramas que ametrallaron unos edificios y unos espacios, que por carecer, carecen hasta de interés documental.

En cuanto a la técnica, abunda en un excelente funcionamiento del obturador y un buen manejo del encuadre.

Fotografías sin imaginación: a una fábrica con dos chimeneas la llama catedral, las casas de madera las hay a raudales en cualquier pueblucho o villa perdida de tres al cuarto, rincones inapetecibles, hoscos, todas fotos de un color más negro que blanco, desasosegante, que provocan malestar y desazón, tal vez por sentirse burlado.

Cuatro fotos en gran formato de chimeneas gemelas y de un cementerio pretendían sacarnos de la monotonía y del esfuerzo de fijarnos en cada imagen.

La operación de marketing montada sobre esta expo-bodrio ha sido lo mejor: gran autobombo en forma de tarjetas postales en acordeón, regalos de insignias de varios tamaños y hasta casas de cartón para ensamblar. Faltaban las viseras para ir a los toros.

En la compacta de cualquier turista podremos encontrar escenas de mayor interés y tomadas con mejor gusto; las de Asís G. Ayerbe parecen pensadas para decirle al espectador que no le importa en absoluto lo que piense ... y que no se pase por Helsinki.