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domingo, 16 de noviembre de 2025

7ª Muestra de Cine Finlandés de Madrid

100 litraa sahtia
100 litros de licor, un western del salvaje oeste rural finlandés

Película seleccionada por la asociación cultural Hug Culture para su 7ª Muestra de Cine Finlandés, con la colaboración del Instituto Iberoamericano de Finlandia y el Espacio Danos Tiempo del distrito madrileño de Hortaleza.

100 litros de licor es la traducción del título de una película escrita y dirigida por el finlandés Teemu Nikki y coproducida por Finlandia e Italia, que representará a Finlandia en los próximos Óscar de 2026.

El desafortunado título carga toda su fuerza en un tipo genérico de alcohol destilado, desvirtuando completamente el sentido de la película, porque se trata de una cerveza especiada típica de algunas zonas de Finlandia, que en la película se elabora de manera artesanal para autoconsumo y cuya venta es clandestina. Las cervezas son productos de la fermentación y es legal su producción para autoconsumo; sin embargo, en los destilados está prohibida su elaboración casera.

En inglés se ha traducido por 100 Liters of Gold, el cuál es aún más extraviado, o no tanto …

100 litraa sahtia, es su título original en finés, y podemos decir que no es una película sobre el alcoholismo, sino sobre la soledad, la desesperanza y la falta de oportunidades sociales y laborales. Con el telón de fondo de algo que ha surgido con la civilización misma en esta y otras latitudes, lo mismo que la contaminación en las ciudades industriales.

Sysmä
Si Finlandia es famosa por algún problema de salud mental y física, lo es por el alcoholismo, reflejado además en cientos de películas finlandesas, tanto como una idiosincrasia propia y hasta reconocida con satisfacción, como un problema muy grave de alcance familiar y social, que las autoridades no siempre han sabido combatir.

Si ya vimos en Mummola (2023) de Tia Kouvo en la 6ª Muestra de Cine Finlandés de Madrid cómo el alcoholismo afectaba gravemente la concordia de una familia rural de clase media finlandesa en Navidad, Teemu Nikki nos trae ahora otra en clave tragicómica, un enredo familiar y social en la pequeña localidad de Sysmä, de apenas 3400 habitantes, con un declive manifiesto y con todos sus protagonistas escasos de dinero, que dejan  a deber incluso la sahti que compran a las hermanas protagonistas, que presumen de hacer la mejor de los alrededores.


Pirkko es Elina Knihtilä y Taina es Pirjo Lonka


La película

Pirkko y Taina han heredado el arte de su elaboración de su padre, y poseen el legado de una kuurna impregnada por el uso, un recipiente de madera que transmite a su cerveza un sabor especial que llevó a su padre a ganar una gorra de abedul que le acredita como el mejor elaborador de sahti del país. 

La kuurna es una especie de artesa acanalada de sección semicircular fabricada habitualmente con madera de álamo temblón (haapa) que le disputan en el pueblo los otros elaboradores de sahti. Podríamos decir que es realmente un simbolismo del sampo, una cornucopia mítica inagotable que producía grano, oro y sal. Y en este caso la alegría y la desgracia de sus poseedores.

Taina y Pirkko
El carácter fuerte y huraño de las dos hermanas las hace enfrentarse a los otros fabricantes de sahti, disputándose su producción y las ventas a los habitantes del pueblo, que poseen una afición desmedida a su consumo, de la que no se salva ni la pastora evangélica del pueblo.

El director Teemu Nikki es de Sysmä, y seguramente un amante incondicional de la sahti, y con ese conocimiento tortura despiadadamente a Pirkko con los efectos de su abuso, haciéndola perder su trabajo, provocando hasta la salida del coro eclesiástico e internándola en un hospital.

Kuurna
https://cervezal.blogspot.com/2019/05/kuurna.htm
La película está tratada en modo de humor tragicómico, embebido en los efectos ensoñadores y laxantes de un brebaje que es todo un compendio antropológico de sabiduría y un orgullo para la localidad, que a partir de este momento se va a dar a conocer a todo el público de Europa y América.

Tal vez Teemu lo único que quería era impulsar la producción de sahti y construyó toda una película a su alrededor para ayudar a su pueblo contra la emigración, la falta de oportunidades y la pobreza, atrapado en una contradicción de satisfacción y denuncia.

Si en el filme Mummola (por tomar una referencia reciente al alcoholismo) el humor está presente con rotundidad escatológica en una ocasión, en 100 litraa sahtia lo está 3 veces, lo que nos hace pensar en lo común de este problema entre los consumidores de alcohol y lo fácilmente entendible que es por el público finlandés.


Y ahora la crítica

La trama, por resumir una película de trasfondo complejo y aparentemente facilona, sería la carrera por conseguir 100 litros de cerveza casera para la boda de la hermana de las protagonistas, aquejadas ambas por un profundo sentimiento de culpa que tal vez las haga beber, y que también las tiene condenadas a vivir juntas.

Cuesta un poco entrar en este filme de aburridos paisajes rurales finlandeses degradados, demasiado luminosos y poco contrastados por la luz del verano, y de difícil entendimiento por la dicción de los actores, un problema muy común también en las producciones españolas. Afortunadamente nosotros teníamos subtítulos en español en esta primicia en España.

Las actrices son excepcionales, muy creíbles, sin complejo alguno de expresar sus tosquedades y lo grosero de su comportamiento, pero de una humanidad que hace querer abrazar sus frustraciones por ser profundamente humanas.


100 Liters of Gold

La película gana enormes enteros, sin darte cuenta, a medida que avanza, teniendo su punto de inflexión después de una juerga que las lleva a beberse en una fiesta previa los litros destinados a la boda de su hermana, a la que desean complacer por la pérdida de una pierna en un accidente, sí, causada también por la desgracia del alcohol.

Como decíamos, la soledad, y su amenaza, es uno de los hilos argumentales principales que se esconden en el trasfondo del alcoholismo en Sysmä, tal vez de toda Finlandia, cuyos habitantes se dopan para hacerla menos insoportable, y que en un país frío, de tímidos patológicos, puede hacer un efecto de anticongelante y socializador, pero que en otros, sin esa “justificación”, el alcoholismo no es más que una epidemia social a la que te lleva un ambiente rural degradado y sin oportunidades.

De hecho, el padre de Pirkko y Taina es un alcohólico crónico, que toma Antabús como medicamento antagónico del alcohol, pero que “olvida” tomarlo en ocasiones especiales para degustar sahti, con una complicidad simpática del director, al que le encanta transgredir las normas que la sociedad finlandesa le impone en este relato y en otros, como la singular, sorprendente y realmente recomendable Armomurhaaja (2017), otro western moderno finlandés de ambiente rural.

Hauki es Ville Tiihonen
Los toques de burla entrañable a lo kitch de su localidad los podemos ver en el perro de la parte de atrás del coche, una decoración muy típica de los años 70, y el esqueleto de un pequeño lucio (hauki) en el salpicadero del coche de Hauki, cuyo apodo hacer referencia a otra de las grandes aficiones de los finlandeses en esa zona: la pesca.

Si la queremos ver de otra manera, contiene elementos de una road movie extremadamente local, también satírica, donde el coche es otro compañero inseparable de las andanzas de estas especies de Quijota (Pirkko) y Sancha (Taina), que se enfrentan a los molinos de la adversidad en forma de garrafas de cerveza casera.

Tiene seguramente inspiración también en Telma & Louise (1991), de Ridley Scott, especialmente en las escenas de ninguneo de las protagonistas por un burlón Panu-Paavo (Jari Perhonen), que acaba pagando las consecuencias con un extraño machete encastrado en la cabeza.

Montadas en el coche de Hauki, comienzan un viaje iniciático, que simboliza la transformación y el desarrollo personal de los personajes a través de las experiencias y encuentros que tienen. Explorando temas como la libertad, la justicia reparadora, la búsqueda de identidad y la escapada de la realidad hiriente.


Teemu Nikki
Conclusión

Si bien no consideramos 100 litraa sahtia una película importante, extraña, significativa o referencial de nada, sí que es profundamente alegre y muy positiva, y sales de ella realmente reconfortado por su final, y con un poquito de emoción en las venas, con el retrogusto de haber sentido emociones de solidaridad con el sufrimiento ajeno que merecen la pena. 

Porque, seguramente, Nikki quería ir a su adorado Hollywood como protagonista … 

Le deseamos la mejor de las suertes con la ceremonia de los Óscar, porque si esta película merece la pena es por su profunda humanidad y para tener la oportunidad de poder preguntarnos sobre la necesidad de afrontar la realidad y la comunicación interpersonal para poder explicarnos muchas cosas mortificantes en nuestras vidas. 


Enlaces

The Hug Culture

Instituto Iberoamericano de Finlandia





Fennia


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