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jueves, 25 de octubre de 2012

Lauri Laine, una expo de parasoles y gorros italianos

El influjo de la Iglesia de Roma
25/10/2012

Lauri Laine nos trae la exposición "Luz y Espacio" desde la intensa luz encarnada de la Roma papal, encabalgado por un estribo en la misma y con el otro en Helsinki, la ciudad natal de este colorista consagrado.

No es fácil colgarse un cuadro de Laine en casa, por sus tamaños masivos y por lo escasamente íntimo de los motivos. Se trata de unos óleos con grandes circularidades en rojos, blancos y marrones, muy cardenalicios, muy barrocos ellos, fuertemente influidos por las tradiciones pictóricas italiana y española y que semejan gorros de duques, medievalidades y abanicos papales.

En la obra extensa de Laine, no expuesta hoy, abundan las mitras y las plantas de cruz de iglesias medievales suspendidas en el espacio, al modo del postcubismo menos académico y enlazando brutalmente con el barroco tenebrista que tanto nos acongoja y que a buen seguro el autor conoce bien por su visita a exposiciones.










Así, al modo de la cabeza de Goliat, suspendida por David y fotografiada por Caravaggio, salen las volumétricas formas esferoidales del tenebroso ambiente eclesial que envuelve sus lienzos, tan duros como las losas de las basílicas que recorre en sus paseos por Roma, tan oscuros como los cortinones que cobijan la penumbra cargada de incienso y tan ausentes de vida como una naturaleza muerta de Zurbarán.

Auli Leskinen,
directora del IIF
Lauri Laine
De la legión de pintores finlandeses que se desparraman por el sur, puede ser Laine el más militante procatólico, tan preñado de esencia imperial, papal y barroca, que sólo su manierismo nórdico le delata, pues impregna sus obras de una artificiosidad al modo de los grandes maestros renacentistas que anquilosa el resultado por su falta de movimiento. Algo, por lo demás, innecesario por superado por su barroquismo.




El descomunal turbante rojo ovillado que encabeza estas retorcidas líneas debería figurar en la recepción de una gran corporación rotaria, o en un banco pérfido, pues exhala maldad y deseos de control, como una gran cabeza desojada y desorejada que nos observa como un hermano omnipresente.






Podéis ver la exposición de este interesante artista en el Instituto Iberoamericano de Finlandia, en la calle Caracas de Madrid.

Enlaces

Instituto Iberoamericano de Finlandia

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